El Valle del Loira cuenta con más de 1.000 fortalezas en el curso medio y bajo del río. A través de esta vía se puede hacer realidad un viaje de ensueño, donde la arquitectura y el arte se funden en perfecta armonía.

Hacer esta ruta supone sumergirse por completo en la historia de Francia. El río Loira alberga paisajes encantadores hasta llegar al Atlántico, pudiendo descubrir más de 1.000 kilómetros fascinantes en su trascurso, donde se encuentran algunos de los castillos más elegantes de Europa. Además, 280km del Valle de Loira están nombrados como paisaje cultural vivo en el Patrimonio Mundial de la Unesco.

Uno de los más conocidos es Chambord, quizá el castillo más espectacular del Valle del Loira. Cuenta con un jardín de 5.400 hectáreas, el mayor parque forestal cerrado de toda Europa. Muy cerca encontramos la fortaleza de Cheverny, que sirvió de inspiración al dibujante Hergé, autor del cómic Tintín. Cuenta con un museo dedicado a las aventuras de este reportero intrépido.

En nuestro viaje también encontramos dos castillos vinculados al genio del Renacimiento: Leonardo da Vinci. Se trata del Castillo Real de Amboise, donde está enterrado, y su vecino Clos Lucé.

Siguiendo el curso del Loira encontramos el Chau-mont-sur-Loire que acoge el gran Festival Internacional de jardines. Y es que el Valle también recibe el nombre de “El Jardín de Francia» por la belleza de sus 130 jardines y parques.

Los afluentes del Loira también tienen su protagonismo en esta ruta, ya que a orillas del Cher se alza el castillo de Chenonceau, el castillo de las damas, que está en perfecta simbiosis con el agua. Seguidamente encontramos un castillo con retrogusto español, el castillo de Villandry, propiedad de la familia Carvallo, y sin duda es un lugar mágico. Además, sus jardies son los primerso ecológicos sin pesticidas de la Unión Europea, con la etiqueta LPO (Liga de Protección de las Aves).

Si hacemos un viaje en el tiempo, podemos encontrar el Castillo de Langeais, donde tuvo lugar la boda de Ana de Bretaña y Carlos VIII o la Fortaleza Real de Chinon, lugar de encuentro entre Juana de Arco y Carlos VII. Pero si hablamos de lugares de gran valor, el Castillo de Azay-leRideau se lleva la palma: “un diamante engastado sobre el río Indre” y un lugar ideal para realizar cata de vinos con denominación de origen.

Si ponemos rumbo hacia el Loira atlántico por sus viñedos, nos encontramos el castillo Brézé, donde bajo su armadura de piedra esconde la mayor fortaleza subterránea de Europa. Terminando nuestro recorrido encontramos el castillo de Angers, el cuál custodia una de las obras medievales más valiosas: el Tapiz del Apocalipsis el mayor de la época medieval.

Estos son algunos ejemplos de la grandeza arquitectónica de los Castillos del Loira, un viaje histórico imprescindible en Francia.