SPLIT. La herencia romana en el corazón del Adriático.
A casi 400 kilómetros de la capital de Croacia, Zagreb, se encuentra una ciudad digna de visitar. Un lugar que ha ido captando la atención de los turistas a nivel internacional en los últimos años, convirtiéndose en un destino emergente y atractivo para aquellas personas que quieren un viaje cultural, de playa y con muchas horas de sol.
Split, esta ciudad de belleza mediterránea, está ubicada en la costa Dálmata Central. Conocida como «la ciudad siempre eterna» basa su economía en el turismo, en la industria naval y cuenta con un importante centro administrativo. Lo que hace que su puerto tenga mucha vida y movimiento turístico.
Otra característica a destacar es que está rodeada de naturaleza, concretamente por las cordilleras de Kozjak y Mosor, cerca de los ríos Jadro y Žrnovnica. Los lugareños dicen que el «alma verde» de la urbe es un parque forestal, cerca de la ciudad en la colina de Marjan.
Por su posición geográfica y su facilidad de comunicación, está muy bien conectada con el resto del país.
Si estás pensando en diseñar un itinerario por esta joya croata, te recomendamos los siguientes enclaves:
Esta región no solo es rica en belleza natural, sino también en cultura e historia. Sigue leyendo y descubre las maravillas que se esconde en la misma.
Palacio Diocleciano
Es uno de los monumentos históricos más emblemáticos, mejor conservados y respetado de Splt. Ha sido declarado como Patrimonio por la UNESCO y es una de las principales atracciones turísticas de la región. En sus orígenes servía tanto como residencia imperial como fortaleza militar. Con aproximadamente 38.000 metros cuadrados, está rodeado por una muralla que la convierte en única en el mundo. Su diseño es simétrico, con una clara división entre la parte residencial y la parte administrativa. Dentro de este enclave, se destacan los siguientes elementos: peristilo, mausoleo de Diocleciano, templo de Júpiter, subestructuras.
Catedral de San Diomo
Esta catedral es hoy un lugar litúrgico cuya milenaria continuidad se refleja muy bien en la Santa Misa celebrada los domingos y es la sede de la Archidiócesis de Split – Makarska. Se encuentra en el corazón del Palacio de Diocleciano y destaca por su rica historia y su impresionante arquitectura. Tiene una planta octogonal, típica de la arquitectura romana tardía, rodeada de una serie de columnas decoradas con relieves y esculturas.
En segundo lugar, este enclave tiene también un valor educativo, ya que ofrece a los turistas la oportunidad de aprender sobre la historia del país y la transición del paganismo al cristianismo.
Plaza de la República en Split
Es una plaza abierta que desprende una belleza magistral gracias a los edificios neorrenacentistas conocidos como Prokurative que la rodean. Una plaza rodeada, en tres de sus lados, por estos edificios, pero en el cuarto tiene vistas directas al mar Adriático, permitiendo observar el puerto y todas las maravillas que ofrece.
Es considerada un símbolo de la ciudad y el resultado de la mezcla de influencias y culturas, especialmente italianas y austriacas, que caracterizan a Split.
Estatua de Grur Ninski
Una estatua de más de 8 metros de altura, situada enfrente de la puerta de Oro del Palacio de Diocleciano, que da la bienvenida a los turistas en la entrada a la muralla. Fue un obispo del siglo X, que se opuso al papa y a otros oficiales y comenzó a utilizar el croata en los servicios religiosos, en vez del latín. Hasta entonces, las celebraciones litúrgicas solo podían ser en latín.
La tradición dice que acariciar el dedo gordo de su pie trae buena suerte.
La Puerta de Oro
Cuyo nombre romano era Porta Septemtrionalis, forma parte de la defensa militar. La fachada está decorada con nichos en los que encuentran esculturas de cuatro tetrarcas. Una puerta que conducía directamente a Salona, la capital de la provincia romana de Dalmacia. Por influencia de Venecia en el siglo XVI la puerta cambió de nombre a Porta Aurea.
En la actualidad se ha convertido en uno de las atracciones turísticas más destacadas.
Museo de Juego de Tronos
Si eres un seriéfilo, especialmente de Juego de Tronos, este museo es una visita obligatoria. Tras el éxito de la serie, Split se ha convertido en un lugar de peregrinación para los fans. Este museo, con una superficie de 300 metros cuadrados, ofrece una atmósfera medieval y cuenta con 5 salas temáticas.
El museo se encuentra a 50 metros de la plaza principal de Split. Dado que su acceso se hace a través de una entrada, es aconsejable adquirir las entradas con antelación.
Vive una verdadera aventura croata y haz que tus clientes descubran uno de los lugares más encantadores que esconde el mar Adriático en el corazón de la costa Dálmata central. .